(SLT-FAUBA) En la Facultad de Agronomía de la UBA existe una gran cantidad de huertas de estudiantes o de docentes para la enseñanza, la investigación y la extensión, pero un caso particular es la dirigida por el Hospital Infanto Juvenil Dr. Tobar Garcia. Allí, todas las semanas el Programa de Emprendimiento social en compost y huerta (Pecohue) trabaja para la integración sociolaboral de adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad mediante la producción y comercialización de productos organopónicos y agroecológicos.
Los usuarios o emprendedores de esta huerta, derivados no sólo del hospital sino también de distintos centros de salud, programas o escuelas, se juntan cuatro veces por semana con los voluntarios y terapeutas para trabajar la tierra: “Los usuarios pueden tener patologías psiquiátricas o provenir de situaciones de vulnerabilidad, desde hogares o asentamientos y con poca escolarización”, contó Alejandra Babbitt, coordinadora del Pecohue en la Facultad de Agronomía.
En esta huerta, que depende del servicio de prevención y acción comunitaria del hospital, elaboran abono de lombrices y utilizan una forma de producción particular de hortalizas sin químicos: “Usamos una técnica que se llama organoponia, en la cual que nos introdujo el programa Prohuerta del INTA. Pasamos de realizar una huerta tradicional a ras del piso, a la huerta organopónica, que consiste en elevar los canteros 30 centímetros para completar ese espacio con lombricompuesto producido por nosotros mismos”, destacó Babbitt, licenciada en terapia ocupacional.
La comercialización se completa cuando los usuarios salen a vender paquetes armados y pesados de verduras a las personas que conocen o participan en el programa y a los vecinos del barrio. La coordinadora afirmó que todo el proceso es fundamental para motivar la integración de estas personas en la comunidad y el desarrollo de todo el potencial que poseen, más allá de sus dificultades.
El dinero recaudado a partir de la venta de las verduras se utiliza para comprar los insumos que permiten continuar el proyecto y para los mismos usuarios. Este ingreso le permite a los emprendedores complementar el incentivo que reciben del Estado.
Terapia y experiencia laboral
Existe un marco legal (las leyes Nº 448 -de CABA- y 26.675 -Nacional) que propone este tipo de estrategias comunitarias de capacitación, producción y comercialización. Esto permitió a los terapeutas capacitarse y recibir el apoyo de diferentes programas relacionados con el impulso a la producción de alimentos en huertas.
“El Programa de huertas escolares y comunitarias (PEHUEC), proyecto de extensión de la FAUBA, nos acompañó con las primeras formaciones. Luego, el Prohuerta comenzó a brindarnos cursos y nos facilitó las semillas y un contacto muy fluido a través de un promotor que acompaña los días de trabajo, Vacarezza”, informó Babbitt al sitio de divulgación científica Sobre la Tierra. En el mismo sentido, agregó: “Por ejemplo, la técnica organopónica que introdujo el Prohuerta aumenta considerablemente la producción por metro cuadrado, disminuye el crecimiento de malezas y retiene la humedad. Al estar en altura delimita el espacio de trabajo para lograr más visibilidad, evita pisotones y es fundamental para complementar con el lombricompuesto”.
Además, Babbitt participó junto al médico psiquiatra Hugo Di Bello del curso de Desarrollo Emprendedor que brinda la FAUBA, vinculado con la incubadora IncUBAgro: “Nos fortaleció a través de herramientas que no conocíamos”. También trabajan con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA (FADU), que les ayudó a construir un invernáculo que se usa como salón de usos múltiples.
La coordinadora del programa resaltó que a pesar de los beneficios del trabajo al aire libre, la finalidad de este proyecto no es terapéutico. Los usuarios tienen su tratamiento por fuera del programa, cuyo fin es replicar una experiencia laboral en el contexto de huerta: Se aceptan consignas, se trabaja en grupo, se firman planillas de entrada y salida por ejemplo.
Un equipo interdisciplinario
El Pecohue comenzó a gestionarse dentro del zoológico de Buenos Aires hace 14 años y se convirtió en una experiencia exitosa. Por eso decidieron replicar la experiencia. Desde el 2009 el programa funciona en la FAUBA, en el espacio de la Cátedra de Horticultura.
Hugo Di Bello y Alejandra Babbit coordinan el Pecohue pero el grupo de trabajo está compuesto por diversos profesionales y estudiantes. Recientemente se incorporaron Magalí Martofel y Javier Gotlib, ambos psicólogos del Hospital Infanto Juvenil Tobar García y, además, participan médicos y psicólogos residentes rotantes de distintos hospitales. También participan alumnos y docentes de distintas carreras y universidades, así como voluntarios de distintos países.
Estoy en IncuBA Social seleccionado con mi proyecto Huertas Urbanas y quiero agregar este magnífico espacio como proveedor. A quién debo dirigirme? Muchas Gracias. Excelente difusión.
Hola Carlos! Te paso el mail del proyecto para que puedas comunicarte con las personas que entrevistamos en la nota: pecohue@yahoo.com.ar
Muchas gracias, ya me entrevisté con la licenciada Babbit.