(SLT-FAUBA) El Sistema Participativo de Garantías (SPG) es un proyecto de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) que trabaja junto a familias horticultoras del AMBA con el objetivo de acompañar y promover las prácticas agroecológicas. La iniciativa elaboró garantías que avalan aspectos productivos y sobre todo apuntan a visibilizar y tratar problemáticas del sector hortícola. En el proyecto participan estudiantes, docentes, consumidores, productores, y representantes de instituciones públicas y municipios. Ya se entregó el reconocimiento a cinco producciones hortícolas y apuntan a expandir el modelo de garantías a todo el AMBA.
“Esta iniciativa académica acompaña a familias agricultoras del AMBA que quieren producir hortalizas sin usar agroquímicos. El Sistema Participativo de Garantías evalúa y asegura la calidad productiva de los campos. Las garantías también abarcan aspectos sociales, de género, económicos y ambientales”, explicó Eduardo Wright, integrante de la Comisión Técnica del SPG.
El componente académico y formativo es central en el SPG. Docentes de 11 cátedras y más de 40 estudiantes de diversas carreras y posgrados de la FAUBA conformaron los equipos de trabajo que visitaron cinco grupos hortícolas del AMBA y analizaron sus procesos productivos con una mirada agroecológica.
Las garantías brindan información útil para consumidores y productores a través de indicadores gráficos sencillos. “Cuando el público conoce de qué manera se producen las hortalizas puede elegir y apoyar a los establecimientos agroecológicos. A su vez, las familias hortícolas obtienen datos y referencias sobre sus campos para tomar decisiones de manejo”, agregó Wright.
Guillermo Fusaro, Coordinador del SPG, resaltó que los indicadores permitieron comprender la realidad de los cinco emprendimientos y los desafíos generales que enfrenta la agricultura familiar en el AMBA. “Los y las horticultoras que participan del sistema tienen un buen manejo de suelos y cultivos, y no usan agroquímicos sintéticos. Al emplear cadenas de comercialización más cortas que las tradicionales obtienen mejores precios por sus hortalizas. La principal traba para mejorar las condiciones de vida y trabajo es la tenencia de la tierra. Como la mayoría tiene algún problema en relación con la propiedad de la tierra, es difícil pensar la producción o la vivienda a largo plazo”.
Los agricultores familiares del AMBA tienen un rol clave en la provisión de frutas y verduras a todo el país. En este marco, los y las profesionales que llevan adelante el SGP expresaron que abordar las problemáticas del sector hortícola familiar favorece a que toda la población acceda de forma masiva a alimentos sanos.
Ver para cambiar
El SPG trabaja con familias hortícolas que venden su producción en la Feria del Productor al Consumidor, de la FAUBA. Mariana Garófalo, productora de Agroecológicos MG e integrante de la feria desde sus inicios, contó: “La garantía nos pareció una muy buena iniciativa porque reconoció a quienes producimos de forma agroecológica. Además, durante las visitas del proyecto pudimos indagar en ciertos problemas que teníamos a nivel productivo. En particular, nos dijeron qué hongo afectaba nuestros suelos y cómo podríamos tratarlo. También analizaron la composición de los abonos que usamos”.
Garófalo eligió la agroecología hace seis años, cuando reflexionó sobre la cantidad y el tipo de agroquímicos que aplicaba al producir de forma convencional. “Los usábamos en diferentes etapas de nuestros cultivos. Las etiquetas advertían que eran nocivos para la salud y que quedaban en el ambiente. Como no queríamos comer esas hortalizas, empezamos a producir de manera agroecológica para el consumo familiar”.
“Tiempo después, de una campaña a la otra, decidimos dejar de usar agroquímicos en todo el campo”, destacó Garófalo, y agregó: “Sembramos en pequeños canteros, tenemos corredores biológicos, rotamos y asociamos una gran variabilidad de cultivos. Realizamos un manejo natural de plagas y enfermedades con preparados caseros. Estamos aprendiendo cosas nuevas de forma constante y es muy útil tener a quien plantearle las problemáticas que van surgiendo”.
La agroecología crece en la diversidad
El sistema participativo de garantías se enmarca en el Programa de Extensión en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que desde el 2016 motoriza proyectos agrupados en Producción agroecológica y soberanía alimentaria, Comercialización y Comunicación popular y transparencia de la información. Wright, quien dirige el programa, indicó que, si bien la dinámica del SPG les permite trabajar con un número limitado de productores, están considerando ampliar los equipos técnicos y, sobre todo, replicar el modelo participativo.
Por su parte, Fusaro añadió que el SPG de la FAUBA fue uno de los primeros sistemas de garantías institucionales y que por eso participan en el armado y la multiplicación de iniciativas similares. “En el territorio interactuamos con técnicos de INTA, de SENASA, municipios, universidades, y con más productores. Atender la realidad hortícola requiere que diversas instituciones y organizaciones sociales actúen de manera organizada y desde numerosas aristas”.
Como hoy en día la feria no funciona de forma presencial, los y las horticultoras tuvieron que modificar la forma de comercializar sus productos. Principalmente, comenzaron a vender bolsones de hortalizas por pedido. En este sentido, Wright concluyó: “Esperamos que las garantías puedan incorporarse a esta nueva modalidad de consumo y venta, y que las políticas públicas de la agricultura familiar fomenten este tipo de iniciativas”.
Cuando desde el Centro de Estudiantes en 1984 impulsamos la primera huerta orgánica del CEABA solicitando uno de los gallineros frente al centro de estudiantes que se encontraba abandonado y comenzamos a trabajar con un profesional de la Cátedra de Horticultura, nos miraron como bichos feos, discriminaron desde la Cátedra al Docente que nos acompañaba y finalmente tuvo que abandonar la misma. Nosotros seguimos y hoy la huerta orgánica de la facultad sigue funcionando orgullosamente. Incluso recibí hace unos pocos años atrás una burla de un profesional del INTA superior mío por esa huerta a la que calificó de mamarracho (Hoy se saca fotos junto a los productores hortícolas agroecológicos que acompañados por un colectivo Agroecológico, ya tienen su propio sistema de comercialización en funcionamiento). El esfuerzo y el tiempo dió sus frutos no sin menos escollos en el camino y hoy el INTA tiene hasta proyectos de apoyo a la agroecología, 40 años después y muchos más si nos remontamos a la fundación del MAPO en Argentina. También saludo la tarde pero al fin, real apropiación por parte de la FAUBA de este nuevo enfoque en la producción agropecuaria que está surgiendo por todo el país y que esperemos por la salud de todos, que se convierta en la normalidad en la producción agropecuaria Argentina.