(SLT-FAUBA) Luego de las lluvias sostenidas que afectaron a la Región Pampeana y al Litoral durante abril, actualmente se está registrando un retraso importante en la cosecha de soja dado que las cosechadoras no pueden trabajar en suelos saturados de agua. De los 20,7 millones de hectáreas sembradas, apenas se cosechó el 14%, en promedio, lo que representa un 33% menos que el mismo período del año pasado (Estimaciones Agrícolas, Ministerio de Agroindustria de la Nación, 04/2016). Pero la situación es más grave aun en ciertas zonas de Santa Fe, de Córdoba, de Entre Ríos y del sudeste de Buenos Aires, donde las napas están más cerca de la superficie.
“Las condiciones meteorológicas agudizaron el ataque de hongos y de otros microorganismos que no causan enfermedades, pero que aprovechan para desarrollarse sobre el material en descomposición. Actualmente, hay muchísimos lotes sin cosechar que, literalmente, están podridos”, señaló Marcelo Carmona, docente de la cátedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) al sitio de divulgación científica Sobre La Tierra.
“Muchos productores no han podido llegar a los lotes porque los caminos están intransitables. Otros se encontraron con un panorama desolador, ya que si bien no están inundados, las plantas se están pudriendo en pie; incluso hay olor. Se ven lotes ennegrecidos, las vainas se están abriendo y en su interior crecen hongos sobre los granos. Esto será todavía más grave cuando salga el sol y aumente un poco la temperatura. La pérdida de calidad ya es un hecho”, dijo Carmona.
Ante la posibilidad de perder todo,
se cosecha a como dé lugar. Vídeo: Pedro Vigneau. |
Un panorama oscuro
Indudablemente, la semilla atacada por hongos tiene menor calidad. Esto se refleja en sus parámetros biológicos (baja capacidad para germinar y desarrollarse) y en el valor comercial. Al respecto, Carmona profundizó: “Los lotes que se destinan a la producción de semillas han sufrido de forma significativa, y en muchos de ellos la calidad es muy baja o directamente se han perdido. Este tema es clave porque la siembra de la campaña 2017 va a estar comprometida: será difícil conseguir semillas de buena calidad. Aun cuando se coseche y pueda ser aceptada según los parámetros normales de semilla, los niveles de infección de patógenos van a ser elevados. Incluso, se han observado, además, muchos lotes con germinación de semillas en planta”. Es importante destacar que calidad de la semilla de soja es un concepto amplio que se determina por diversos índices. Cuántos más índices se conozcan, más se puede inferir acerca del ‘comportamiento’ de un lote de semillas, y menor será el riesgo frente a situaciones desfavorables.
La disminución de divisas para el país y para los productores va a ser muy significativa. Las estimaciones oficiales sobre pérdidas son cautelosas, rondando los 2 ó 3 millones de toneladas. Esto representaría aproximadamente U$S1000 millones. “Esta situación es inédita: nunca antes se habían podrido y germinado tantos lotes de soja en pie”, reconoció Carmona.
“Hay cosas que se deberían haber hecho antes, como la aplicación de fungicidas, sobre todo sabiendo que se venía un año Niño y que habría problemas de precipitaciones y de patógenos. Previendo esto, desde la FAUBA ya habíamos recomendado levantar la cosecha lo más temprano posible, pero muchas veces se retrasa por logística u otras causas, y eso trae sus consecuencias”.
Consultado sobre las recomendaciones para esta coyuntura, el investigador sostuvo: “En este momento, la recomendación es que los productores vayan urgentemente a visitar lotes y hagan un diagnóstico de lo que tienen. Lo primero que deben determinar es el estado de esa semilla para saber qué destino se le dará. Algunos almacenarán en silo bolsa, o en acopiadores y otros tratarán de comercializarla. Pero primero tienen que saber el estado de esa mercadería. ¿Cuáles son los parámetros básicos a examinar? El poder germinativo, el vigor y el estado de infección. Es fundamental no perder tiempo: los mercados ya están respondiendo a las mermas de calidad”.
Sé el primero en comentar en "Soja: 86% del área sin cosechar y con granos podridos"